martes, 22 de julio de 2014
BELMONTE
El lunes 21 de Julio hizo 102 años que uno de los diestros más importantes de la historia del toreo, Juan Belmonte debutaba con picadores en Sevilla y tal fue su éxito que la multitud lo llevó a hombros hasta su Triana natal. Una efeméride que fue recogida por Portal Taurino acompañada por una foto que atestigua la emoción del momento.
¿Se imaginan ustedes poder vivir hoy en día una rivalidad como la que protagonizaron Joselito y Belmonte?
Imagínense por un momento que retrocedemos casi 100 años para asistir a esos duelos entre dos de los más importantes matadores de la historia. Cómo el toreo "moderno" de Juan se quería imponer al dominio y la lidia total de José. Cómo dos hombres en plenitud se desafiaban por España. De qué manera eran enemigos irreconciliables más allá de las tablas y amigos y confidentes de puertas para adentro.
Personalmente, la figura de Juan Belmonte, es la que más interés taurino me ha despertado. De ello ha tenido la culpa uno de mejores libros que he leído nunca. "Juan Belmonte, matador de toros", de Chaves Nogales. Una obra cumbre de la literatura, que en su día, nació como un serial periodístico biográfico, que se publicaba por entregas en la prensa de la época. Poco después se ha convertido en una de las obras literarias más prestigiosas del panorama taurino. Porque Belmonte escondía, como genial figura, una vida con muchos claroscuros en su personalidad que son narrados de manera brillante por Manuel Chaves Nogales. Los episodios de las visitas nocturnas a las fincas, los personajes y hazañas de los pícaros niños trianeros. Hacerse mayor sin la presencia de su madre... todo en su vida fue de interés porque, como gran figura, todo el mundo quería saber de él, más allá del ruedo.
Quizá, para la historia del toreo, Joselito "El Gallo", también hubiera merecido tener un Chaves Nogales que hubiera retratado con palabras su extraordinaria personalidad y tauromaquia, antes de la fatídica tarde de Talavera. Seguro que el mito hubiera sido más grande aún, y con el paso del tiempo, ambos enemigos íntimos tendrían si cabe más repercusión y nosotros, los aficionados, más conocimiento sobre ellos.
Lo que está claro es que, para todos aquellos apasionados de la historia taurina, no hay nada como repasar esa época dorada del toreo, para valorar todo cuanto hoy tenemos. Cómo ya en ese tiempo, las miras de la fiesta estaban en no faltar a la integridad, en proponer festejos interesantes y en ser fiel, cada uno, a su estilo. Hoy diríamos que se trataba del G2, ¿no? Pues eso.
P.D. (Hace un tiempo dejé este libro a alguien y ahora no aparece. Si recordara a quién se lo dejé, estaría bien, pero es que no lo recuerdo. Si es alguien de los que me leéis, por favor, tengo ganas de empezarlo otra vez. Se recompensará. Gracias)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario